viernes, 13 de noviembre de 2009

El constructor de golpes blancos

(Publicado en Balcei, Mayo de 2007)
Recibí un e-mail. Me pasa mucho últimamente. Abrir el buzón es como un breve ritual que acompaño con algunas gotas de expectación y un buen caudal de descreimiento, aunque ya sé que esta palabra debería utilizarla si hablamos de religión, que, bien mirado, tampoco está tan mal, pues hay algo de divino en esto del cine. O demasiado divismo entre los pazguatos, que también.Recibí un e-mail o, por lo menos, descubrí que lo había recibido la tarde del sábado, que recordarás fue una especie de mar ordenado en medio de la que debía ser la mayor de las tomentas. Sin embargo, esa tarde no me quisiste ver y debí decidir que la mejor medicina era abrir la carpeta de los mensajes esperados y, casi siempre, deseados. Fue lo que hice y allí pude leer el breve texto que mi amigo Pablo había inventado para que yo lo leyera y extrajera de aquellas líneas la tristeza que me produjo saber que nuestro buen D. Matías estaba enfermo y había sido ingresado en un hospital para averiguar qué le ocurría, además de guardar en sus bolsillos y en su memoria sus más de setenta años bien leídos, claro.Marqué el número de teléfono que venía en la guía y la voz que me respondió, sin que aún pueda saber por qué, consiguió transmitirme una calma que en ese instante necesitaba. Ni la conocía ni me explicó, pero fue como si una breve sonrisa que no podía ver me acompañase en mis temores y apagase mi preocupación.
- Le paso, no se retire.
- ¿Don Matías?
- Sí, soy yo, dígame.
- Don Matías, ¡qué alegría escucharle! ¿Cómo se encuentra?
- ¡Hombre, hombre! ¡Si no te había conocido! Muy bien, joven, muy bien. ¿Cómo has sabido que estaba hospedado en este...hotelito tan chic? Que yo sepa la prensa no ha publicado nada.Su risa me llegó calmada y suave, pero muy clara, y eso fue lo que me hizo pensar que había ocasión para la charla.
- Estas cosas se saben y además, tarde o temprano...Pero bueno, lo importante es que usted se encuentra bien y esto no va a ser nada de importancia.
- Desde luego. Debes estar tranquilo, que aquí todo está bien. ¿Y vosotros? ¿Qué tal estáis? Hacía tiempo que no teníamos ocasión de hablar. ¿Qué hay de nuevo por esas pantallas que el diablo carga? Seguro que seguís tan curiosos como siempre.
- Pues mucho y nada, ya sabe. A mí me gusta pensar que hay más de bueno que de malo, pero tengo un par de conocidos un poco cenizos que no hacen más que echar leña al fuego de la medicoridad y me tienen frito; que si no hay historias, que si fallan los guiones, que si esto es lo de siempre...
- Pues diles a esos amiguetes tuyos que de eso nada, se preparen, que hay mucho bueno que saborear y todo consiste en saber buscar. Por ejemplo, los trabajos de la Verdú.
- Pues eso es lo que yo digo, que siempre hay momento para encontrar noticias que nos animen. Yo también he sabido que este año Maribel Verdú nos tiene preparadas varias joyas, ¿a que sí?
- Para empezar, “El niño del barro”, una película de un joven director gallego que se llama Jorge Algora y en la que nos cuenta una historia que sitúa en Buenos Aires, en el año 1912.- Es una historia de asesinatos inexplicables, ¿verdad?
- E inexplicados, pero el protagonista es un niño que tiene sensaciones paranormales y eso le convierte en el principal sospechoso. Tiene buena pinta.
- Pero este año va a estrenar dos o tres películas más, si no me equivoco.
- Sí, otras tres películas.
- Este parece que va a ser su año.
- ¿Su año? Esta mujer se merece que reconozcamos que es una de nuestras mejores actrices europeas. Y ma parece que estas películas van a ayudar a que eso sea así. Fíjate: “Trece rosas”, dirigida por Emilio Martínez Lázaro y que está basada en una novela de Carlos Fonseca que nos cuenta la trágica historia de trece jóvenes militantes socialistas que fueron fusiladas poco después de finalizar la Guerra Civil. Otra película que protagoniza es “Oviedo Express”, de Gonzalo Suárez, con Jorge Sanz y Aitana Sánchez-Gijón y cuyo eje central es un fantasmagórico tren que llega en la noche a la ciudad y en el que viajan los actores que representarán la adaptación teatral de ‘La Regenta’, quienes serán los protagonistas de las pasiones y delirios que se desatan con su presencia.
- Y por último, “Siete mesas (de billar francés)”.
- Así es, de Gracia Querejeta. Fíjate que estamos hablando de grandes nombres de la dirección que han tendio en cuanta Maribel Verdú para sus trabajos. Tanta coincidencia no puede ser casualidad.
- No, desde luego.
- “Siete mesas...” ya fue presentada en un esperadísimo avance en el pasado Festival de Málaga y nos presenta a dos mujeres que unen sus vidas para levantar un viejo negocio de billares con el fin de encontrar un medio para vivir y, además, darle un sentido a sus vidas.
- Tengo entendido que la propia Verdú ha dicho de esta película que es una obra de arte.
- Sí, yo también lo he leído y conociendo a la directora la espero con verdadero interés.
- Y lo que viene de América no es moco de pavo.
- Sí, ya sé que tienes ganas de hablar de “Spider-man 3” y “Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo”.
- Es inevitable. Sí, y ya sabes que a mí también me gusta el cine de aventuras y disfruto como un niño, que, por cierto, conviene serlo de vez en cuando para mantenerse en forma.
- Las iremos a ver, ¿no?
- ¡Por supuesto! Seríamos necios si nos perdiéramos semejante derroche de acción, aventura, excesos y magia, pero de ellas vamos a oir hablar mucho, en muchos sitios, y me apetece más hablar de otras cosas. ¡Si creo que hasta en tu programa de radio estáis preparando algo especial!
- Bueno, Don Matías, no me ruborice. Sí, algo de eso a¡hay, pero ya le contaré, ¿le parece?
- Claro, hombre, claro. Y cambiando de tema, ¿qué te parece “La vida de los otros”?
- ¿Que qué me parece “La vida de los otros”? Pues que es una de las mejores películas europeas del año y que incluso a la Academia de Hollywood le ha parecido así, porque le han concedido el Oscar a la Mejor Película en Lengua No Inglesa.
- Estamos de acuerdo. A mí me parece uno de los films más bellos, emocionantes y fascinantes que he visto en los últimos tiempos. La historia de ese policía de la República Democrática de Alemania al que se le encarga vigilar a una pareja en plena época de sospechas y miserias y la manera en que va cambiando su visión de la vida es un ejercicio narrativo de gran altura cinematoghráfica.
- Pues le daré una buena noticia: es posible que la veamos en Alcorisa próximamente.
- Esa sería una excelente noticia, muchacho. Como lo sería que pudiéseis ver “La fuente de la vida”, de Daren Aronofsky.
- Aún no he podido verla, Don Matías, pero he leído tanto y tan bueno sobre ella.
- Y no me extraña, porque es una película tan sugestiva que no hay sino que ir a verla. Es una historia que nos lleva de calle de principio a fin y uno no puede por menos que acompañar a ese hombre en su lucha a través del tiempo para salvar a la mujer que ama. Desde la España del siglo XVI hasta el profundo espacio del futuro siglo XXVI no te quedará más remedio que abrazar al personaje en su búsqueda del árbol de la vida, la entidad legendaria que otorga la vida eterna a aquéllos que beben su savia, para intentar salvar la vida de su esposa enferma de cáncer.
- Son películas que atraen desde luego. Por cierto, que dentro de muy poco van a estrenas otra película de su admirado David Fincher.
- Sí, ya sé que te refieres a “Zodiac” y tienes razón cuando dices que admiro a Fincher. Debemos considerar que ha dirigido algunas de las películas más inteesantes de la última década. ¿Te atreves a recordarlas?
- Bueno, Don Matías, esto es una pequeña encerrona, ¿eh? Pero sí, me atrevo. Vamos a ver: “Alien 3”, “Seven”, “The game”, “El Club de la Lucha”, “La habitación del pánico”...
- ¡Muy bien!¡Prueba superada! Creo que no te has dejado ninguna, hijo, así que recuérdame que te felicite en persona la próxima vez que nos veamos.
- Gracias, Don Matías, pero no quiero cansarle más, que no se encontrará usted con ganas de...
- ¡De eso nada! Estás siendo mi mejor terapia, te lo aseguro. Estos médicos se han puesto un poco pesadicos, pero, y lo entiendo, es su trabajo, así que nada, nada, vamos a lo nuestro. ¿Dónde estábamos?...¡Ah, sí! Hablábamos de Fincher. Pues eso, te decía que es un tipo que explora como nadie el lado oscuro de nuestra sociedad y de las miserias humanas y en “Zodiac” lo logra una vez más, a través de un asesino en serie que aterroriza San Francisco y en cuyo caso trabajan policías de cuatro distritos aunque los verdaderos protagonistas son dos periodistas y dos inspectores que dedican su vida a seguir cada una de las pistas y cartas codificadas que deja el criminal.
- ¡Rayos! La cosa promete, ¡ya lo creo!. Y cambiando de argumento. ¿Qué le parecen las comedias que llegan a los cines? Por ejemplo, la última de Hugh Grant, “Tú la letra, yo la música”.
- Pues que es la comedia que le tocaba hacer este año y que se trata de una película solvente, bien hecha y con momentos de auténtico humor y que si te gustan este tipo de películas y el tipo te cae bien, debes ir a verla.
- No le veo muy entusiasmado, Don Matías.
- ¡Oh, sí, no te creas! Si yo tambiñén disfruto con este tipo de pelñiculas, pero comprenderás que después de hablar de David Finchier necesito un poco de tiempo para recuperarme, je, je. Además, hay que decir que el argumento tiene su guasa, porque cuenta la historia de una vieja gloria del pop de los 80 venida a menos que formó dúo con otro colega que sí ha conseguido triunfar. Me suena mucho a lo que le ocurrió al grupo de este chico que se llama...
- Georges Michael, y su grupo se llamaba Wham!
- Eso mismo, que ahora nadie se acuerda del otro miembro del dúo, ¿verdad? Pues algo parecido. Además, a gente de tu generación les va a hacer mucha gracia verse reflejados. ¡Ay, esa estética de los cohenta!
- Bien, Don Matías, no siga por ahí que va a desvelar usted secretos bien guardados y no es cuestión.
- No, si yo sólo digo que prestes atención a la escena con que se inicia la película, que te vas a reir un rato...de ti y tus viejos tiempos.
- ¿Y Willis? ¿Qué tal le cae Bruce Willis?
- ¿Willis? Muy bien. Me parece un actor más valioso de lo que la gente cree. Ha sido capaz de hacer cine comercial puro y duro y películas con cierto sello de calidad. Por eso lo valoro mucho. Me parece un currante del cine, en el mejor sentido de la palabra. Y me vas a preguntar por “Seduciendo a un extraño”, ¿verdad?
- Verdad.
- Pues va a tener su punto, que dice mi nieto Alex. Yo creo que es una de esas películas correctas que permiten oasar un rato muy entretenido y ya está. La historia de una mujer que entra en un chat de contactos sexuales para averiguar quién ha asesinado a su amiga es un tema más actual y real de lo que te parece. Me refiero a la primera parte del enunciado, claro está.
- Don Matías, va a conseguir que me ruborice. ¡No me diga que también conoce usted el mundo de los chats!- ¿Hace falta que te responda?
- ¡Ja, ja, vale: touché! Corramos un velo, okey.
- Okey. En fin, hijo, que como ves les puedes decir a tus amigos que en el mundo del cine todavía hay mucha tela que cortar. Y nos dejamos muchas cosas en el tintero, que conste.
- Sí, Don Matías, ya lo sé, pero me parece que ahora sí es momento de dejarlo. Me habría gustado hablar de “Sunshine”, por ejemplo...
- Es una interesante muestra de cine de ciencia ficción.
- O de “nº 23”...
- Hum! Un tanto pretenciosa la he encontrado.
- O de “Cerdos salvajes”...
- Te diré que me sorprendió gratamente. Además, adoro a John Travolta y muestro mi veneración por uno de los actores más efectivos que tiene el cine americano: William Macey.
- O sea, que aún tendríamos para un buen rato.
- Sí, pero si te parece te puedo proponer una pequeña colaboración en tu programa, ¿cómo se llamaba?...¡Ah, sí! ¡Tiempos Modernos!
- No, Don Matías, ya no. Ahora se llama “Los Puentes de Madison!”.
- ¡Caramba! No ha estado mal el cambio. De Chaplin a Eastwood.
- O del futuro al recuerdo.
- Pues también. En cualquier caso, sigue en pie mi propuesta. ¿De acuerdo?
- En pie. Como los 300.

Juan Antonio Pérez-Bello

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