lunes, 23 de noviembre de 2009

Un lugar donde quedarse

Los cineastas echan a veces una cana artística al aire y se embarcan en un proyecto de menor envergadura industrial de lo que acostumbran. Clint Eastwood lo hizo con esa joyita que es 'Gran Torino' y Sam Mendes ('American Beauty', 'Camino a la perdición') lo acaba de hacer con la comedia dramática 'Un lugar donde quedarse'.
.

.

Luna nueva

Centenares fanáticos de la saga de vampiros "Crepúsculo" acamparon en las calles de Los Ángeles para ver de cerca a las estrellas del filme en el preestreno mundial de su secuela, "Luna nueva". Apodados "Twihards" (en inglés la saga se llama "Twilight"), los incondicionales de estas historias basadas en las novelas de Stephanie Meyer invadieron los aledaños de los cines Mann's Village Theatre y Bruin Theatre en el área de Westwood por cuya alfombra roja pasaron Robert Pattinson, Kristen Stewart y Taylor Lautner, protagonistas de la cinta.
.
.

jueves, 19 de noviembre de 2009

"Planet 51", la película más cara de la historia del cine

Esta película de animación llegará a España una semana después que a Estados Unidos, y se proyectará en otros 180 países. Detrás de esta cinta hay siete años de trabajo y más de 300 profesionales.



.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Que sea aquí, donde yo nací

(publicado en Balcei, Noviembre de 2009)
Comienza el otoño y el paisaje promete jugosas historias con las que disfrutar en una sala de cine. Por lo que pueda venir, estas son nuestras propuestas para la próxima semana. Que el tío Oscar nos inspire a la hora de elegir.

The frost. (****)Eyolf, hijo de Rita y Alfred, muere accidentalmente y esto supone el inicio de una cruel lucha entre ambos que les lleva a la destrucción mutua. Un duro film que indaga en los recovecos del alma humana, aunque eso no garantiza que encuentre respuestas a tanats preguntas.



Íntimos y extraños. 3 historias y ½. (***) Diego, Marian, Roberto, Amanda, Pablo y María son los personajes de esta historia en la que los amores entrecruzados, las pasiones laterales y los deseos prohibidos son los ejes sobre los que gira la narración. Interesante película con buenas interpretaciones, además de contar con varias situaciones divertidas que la convierten en una de las agradables sorpresas (españolas) de la temporada.



Hollywood contra Franco. (****)Hollywood siempre se interesó por la Guerra Civil Española y este documental de gran valor nos muestra cómo los actores, directores y la industria en general se posicionaron en cada momento histórico según los intereses norteamericanos. Es una excelente película que cuenta con la participación entre otros muchos, de Susan Sarandon.



500 días juntos. (****)Tom se enamora perdidamente de una chica pero ella no cree en el amor. Mal comienzo muchacho, pero a lo mejor esto, que parece algo extraño, es más habitual de lo imaginado. Con todo, estamos ante una de las comedias románticas más bonitas de los últimos tiempos, con una magnífica interpretación de los dos protagonistas y una historia magníficamente conducida por el director. No os la perdáis.



Millenium 2. (***) Lisbeth Salander es la mujer más buscada del país. Dos colaboradores de Millennium, a punto de sacar a la luz un escándalo sobre el comercio sexual en Suecia, han sido brutalmente asesinados y las huellas de Lisbeth están en el arma homicida. La segunda parte de la saga más mediática del año nos ofrece un producto un tanto más insulso que el primero, pero no por eso deja de resultar atractivo al espectador medio.



Shevernatze, una epopeya marcha atrás. (***) Jonás Bargueño, un vulgar profesor de autoescuela, decide conducir de Madrid a Ávila marcha atrás. Quiere hacerse un documental mientras bate el record Guinness de la mayor distancia jamás recorrida así. Pretende, de este modo, recuperar a su ex novia, María, de la que sigue muy enamorado. La película confirma que, en efecto, hay gente para todo y, además,historias de distinto perfil al que nos tienen acostumbrados los guionistas en los últimos tiempos.

Michael Jackson. This is it. (***) Esperado documental en el que podemos disfrutar de los ensayos de lo que iba a ser la nueva gira de Michael Jackson, 50 conciertos en el O2 Arena de Londres. Absolutamente recomendado para fans y admiradores del ídolo caído. ¿Hace falta decir más?



Castillos de cartón. (***) María José estudia pintura. Una mañana, Jaime, uno de sus compañeros, dibuja su retrato sin que ella se dé cuenta. Junto a él está Marcos, el alumno de más talento de su promoción. Los tres compartirán su pasión por la pintura y algo más, una historia de amor que presenta lo mejor que la pasión puede ofrecernos. La palabra de Almudena grandes está detrás de cada gesto, cada mirada, cada caricia, cada beso.



Trash. (****) Clara descubre que su novio la engaña. Ellos pertenecen al mundo de la música, como otros personajes marcados por la noche y las drogas y su vida es una continua lucha contra sus obsesiones y las tentaciones que les llevarán al límite de la vida. Con toda seguridad un buen trabajo de Oscar Jaenada.



Petit Indi. (***) Arnau encuentra en su pájaro cantor de concurso y en un zorro a dos compañeros en su viaje hacia el fin de la adolescencia. Con su madre encerrada en la prisión, y con graves problemas económicos, vive con sus hermanos y acompaña a su tío a las carreras de perros. Este argumento, que aporta elementos novedosos a la narrativa cinematográfica española, sirve para construir una película apetitosa, sugerente y que convence al espectador desde el primer al último fotograma.
Adam. Beth acaba de mudarse a un edificio tras una ruptura sentimental. Allí conocerá a Adam, su atractivo vecino, que sufre el síndrome de Asperger, un trastorno autístico. Poco a poco, entre ambos se establece una relación más allá de la complicidad. Y es que esta historias de amor entre diferentes siempre han sido argumento suficiente para captar nuestro interés, como este caso, en el repodemos disfrutar de un producto muy bien hecho y eficaz.



Agora. (*****) A mí me gustó mucho, ya lo adelanto. Me gustó la historia (mucho); me gustó la interpretación de Rachel Weisz (muchísimo); me gustó el diseño artístico y me gustó el tempo que Amenábar le aporta a la narración. Y me subyugó la valiente apuesta del director español, que no duda en afrontar los fundamentalismos religiosos con toda la bravura de que su talento es capaz. Si los monoteísmos han conformado la Historia de la humanidad, no es menso cierto que también han sido los agentes y promotores de multitud de conflictos, genocidios y guerras inacabadas difícilmente justificables por el amor a ningún dios. La evolución de los personajes conforme avanza el relato hacia posturas irreconciliables que sólo pueden acabar en muerte y destrucción sobrecogen al espectador sensible a la condición humana y la figura de Hiparía emerge grandiosa ante la barbarie que domina el aire de Alejandría.
No es sencillo aportar datos científicos al relato, pues uno no está en condiciones de hacerlo, pero sí es cierto que no estorban en ningún caso las disquisiciones de la filósofa y científica egipcia. Al contrario: le aportan grandeza y poesía a una persona que debe enfrentarse al odio más acerado, el que provoca la pasión por una fe, el delirio por la necesidad de aniquilar al diferente, al que se sienta enfrente de mi dios, al que no reconoce otro cielo que el que cobija mi paraíso. El momento en que sus alumnos comienzan a dudar de su enseñanza es el punto en que el día se hace de noche y a partir de entonces la película gana en fortaleza, la que sirve para recomendarla sin ningún género de dudas.







Siglo IV. Egipto bajo el Imperio Romano. Las violentas revueltas religiosas en las calles de Alejandría alcanzan a su legendaria Biblioteca. Atrapada tras sus muros, la brillante astrónoma Hipatia lucha por salvar la sabiduría del Mundo Antiguo con la ayuda de sus discípulos. Entre ellos, los dos hombres que se disputan su corazón: Orestes y el joven esclavo Davo que se debate entre el amor que le profesa en secreto y la libertad que podría alcanzar uniéndose al imparable ascenso de los cristianos.

¿Y qué hay de ese cine de aquí?

(publicado en Balcei, Marzo de 2009)
por Juan Antonio Pérez-Bello
.
El patio ibérico, cuando de cine se trata, anda expectante por dos motivos. Uno, que 2008 ha sido un año relativamente bueno, pues se ha mejorado en medio punto la cuota del año anterior; dos, que este es año Almodóvar y Amenábar, y eso es motivo para frotarse las manos, tanto por la calidad de sus propuestas como por el gusto que va a dar ver esas colas ante las taquillas de las salas de cine españolas. Porque será así, ya lo verán.

Podríamos hablar de casi veinte títulos que ya tienen su maquinaria echando fuego por cada fotograma y de algunas de ellas vamos a aportar algunos detalles que contribuirán a calentar los corazones y disponerlos para beber cada palabra, cada melodía, cada gesto de los actores que recrearán estas historias.

“Los abrazos rotos”. Dirigida por Pedro Almodóvar e interpretada por Penélope Cruz, Blanca Portillo, José Luis Gómez y Lluís Homar. He visto a Penélope con una mirada diagonal, desmadejada, mientras sostiene con sus labios pares un cigarrillo por encender y he sentido un exilio encendido dentro de mí. He visto la espalda de una pareja abrazada al viento del mar inquieto y he sostenido la respiración que anuncias. He visto un suspiro suspendido en dos cuerpos recogidos sobre un sofá sobreviviente y he cantado a la orilla de tu voz. Los abrazos rotos harán respirable esta vida desierta.



“Ágora”. Dirigida por Alejandro Amenábar e interpretada por Rachel Weisz, Max Minghella y Oscar Isaac. El género histórico no es habitual entre nuestras paredes y por eso hay doble motivo de satisfacción. Amenábar nos lleva de la mano de su sabia dirección y nos propone conocer a Hipatia de Alejandría, una mujer excepcional, filósofa y astrónoma que vivió en Egipto en el siglo IV. Ya ha empezado la promoción de la película y estamos, sin duda, ante un excepcional acontecimiento cinematográfico, una película basada en hechos reales que conforma una apuesta que satisfará los gustos más exigentes.



“Room in Rome”. Dirigida por Julio Medem e interpretada por Elena Anaya y Natasha Yakovenko. Cine íntimo, un auténtico berredor de vientos de pasión, perfecta mezcla de deseos abrazados y líneas invisibles que unes a dos mujeres seguras del amor que se tienen y de una pulsión sexual que rasgará las voluntades más horizontales del espectador. Su desnudez abrasará nuestras almas a veces encogidas por el miedo a amar.

“Biutiful”. Dirigida por Alejandro González Iñárritu e interpretada por Javier Bardem, Maricel Álvarez y Blanca Portillo. El encontronazo entre la necesidad de un padre abandonado por la vida de forma salvaje y cruel y la obligación alineada de un oblicuo policía que encuentra los caminos siempre rectos para hacer que la ley sea ley. Bardem es el rey de los trapicheos, el monarca de los trileros de alma rota y cuerpo umbrío.

“El mal ajeno”. Dirigida por Óskar Santos e interpretada por Eduardo Noriega, belén Rueda y Angie Cepeda. La amenaza que un médico no muy hábil con los afectos sufre es el detonante de una historia desnuda de razones y vestida con sensaciones sobrenaturales en la que todo se parece más a un despilfarro emocional que a una narración sujeta al destino.



“REC 2”. Dirigida por Jaume Balagueró e interpretada por Manuel Velasco, Jonathan Mellor y Juli Fábregas. ¿Viste “REC”? ¿Se estremeció tu anacarado corazón, a salvo de espinas narrativas y no pudiste dormir sin que tus labios temblasen al compás de los gritos de sus protagonistas? ¿Colgaste tu biempensante mundo del techo y le diste tres vueltas a las tuercas del pánico? Si es así, recuerda que el temblor del Universo lo provocan las agridulces carcajadas que la muerte nos regalará cuando veamos esta película.



“Hierro”. Dirigida por Gabe Ibáñez e interpretada por Elena Anaya, Bea Segura y Mar Sodupe. La cabeza se puede perder pro amor y el corazón te lo puede romper una ola de deseo que cubra tu razón, pero la vida te falta cuando tu hijo desaparece y nada ni nadie puede colmar el vacío que te come a cada segundo. La muerte nunca se acepta, jamás le damos cobijo y sólo las palabras mordidas por esos vientos que deja la desesperanza pueden enfriar la llama de la noche.



“El baile de la victoria”. Dirigida por Fernando Trueba e interpretada por Ricardo Darín, Abel Ayala y Ariadna Gil. Cuando el cine se enamora de la literatura nacen obras como esta, vibrante narración que rescata de la espuma de la mañana el hálito de la venganza hacia los perros que construyeron aquella esponja infecta que fue la dictadura chilena. Así y todo, incluso en momentos de nieve comida por la angustia puede haber amor, el que recorre las venas del hombre herido por la injusticia cuando conoce a una mujer capaz de parecer el vino de los caminos aún no andados.



“Celda 211”. Dirigida por Daniel Monzón e interpretada por Luis Tosar, Antonio Resines y Alberto Ammann. Es ahora una novela de Francisco Pérez Gandul la que seduce a la cámara para relatar las estériles 36 horas que dura un motín carcelario en el que la sangre encogida querrá huir de las galerías del desconcierto. Tosar es el líder de la revuelta, el espíritu apátrida y desolado que buscará regresar al aliento quemado por la cárcel aunque para ello tenga detener el Universo o beberse las huellas de una esperanza demasiado gastada.



He escrito estas palabras cuando aún no he vivido ninguna de estas historias. Espero paciente su llegada a esta terraza en que ahora descanso donde caben tantos relatos como deseos guardo para mí.
.

La importancia de saber de ti

(publicado en Balcei, en julio de 2008)

Seamos incorrectos. Acusemos a los internautas que se lo bajan todo de ser unos piratas sin pata de palo y bucaneros sin parche en el ojo. Digamos en voz alta que preferimos el cine en butaca y sala oscura o, en todo caso, en mullido sofá pero siempre degustando productos originales. Aborrezcamos esas copias malas malísimas, tipo DVDscreener, que pueblan nuestros salones y que nos están acostumbrando a ver grandes obras de arte en formato deleznable. Acongojemos a los espectadores que se conforman con copias escupidas por cualquier p2p al alcance de nuestros clics y proclamemos que sí, que la cultura también es más cultura si el envoltorio es digno e, incluso, hermoso. No podemos aceptar, y no lo haremos, que esté socialmente asumido que un ciudadano alardee de haber visto “L.A. Confidential” en formato 232 x 125 y se quede tan ancho y además no le importe que el estornudo o la carcajada del espectador de la sala donde se ha grabado clandestinamente anule los seductores diálogos que mantienen Russel Crowe y Kim Basinger. No, queridos: eso no es cultura al alcance de todos. Eso es basura deglutida por paladares cada vez más toscos y aquí, en estas páginas que hoy se abren de nuevo, no cabe la brocha gorda. Nuestro paladar es cada vez más exigente. Así pues, os proponemos una cata de buen cine y os aseguramos que el aroma de nuestra propuesta alcanza la belleza que compartieron Monroe y Gable, Roberts y Gere, Blanchett y Ford. De sus pieles de vida cierta nace la agonía de la miseria. Aquí sólo cabe el gusto por recuperar las flores y la buena suerte. No busquéis en los escombros. Yo no lo haré.

Te voy a proponer una cuidada selección de películas que podrás disfrutar durante estos meses de verano y que son dignas de que entren tu casa o de que tú las visites en sus templos, léase salas de cine. Cada una de ellas contiene unas cuantas gotas de picardía narrativa y algunos destellos de inteligencia visual, por lo que tu tarea será elegir. Felicidades, amigo, estás en la página adecuada.

3:19. Tras enamorarse casualmente de una desconocida llamada Lisa, Ilan descubre que padece una grave enfermedad. Sus amigos de toda la vida, el comprometido Eric y el ingenuo Andy, le van a ayudar a encontrar a la chica para cumplir su último deseo, emprendiendo una aventura llena de sorpresas y dificultades. Cuando el destino está escrito, es difícil escapar de él, pero este grupo de jóvenes va a descubrir que detrás del amor, el humor y las casualidades, se esconde el verdadero sentido de la vida. Con Miguel Ángel Silvestre y Bárbara Goenaga.



Aritmética emocional. En el Holocausto, los pequeños Melanie y Christopher convivieron en el campo de concentración de Drancy. Jakob, un disidente que ejercía como censador, los protegió, ofreciéndose para ser trasladado a Auschwitz en vez de los niños, que fueron separados. Después de 40 años, Melanie es una madre y esposa marcada por el horror, pero cuando descubre que Jakob está vivo, le invita a su granja. Jacob no llegará sólo, sino que lo hará con Christopher, cuyo vínculo emocional con Melanie sigue intacto. Con Susan Sarandon y Christopher Plummer.



La boda de mi novia. A pesar de ser un hombre de éxito, Tom sólo tiene una cosa clara en la vida: su gran amistad con Hannah. Pero cuando Hannah se marcha a Escocia en un viaje de negocios, Tom se da cuenta de que la echa de menos, y lo que es peor, que está enamorado de ella. Decidido a afrontar sus sentimientos, planea una petición de mano al regreso de su amada, pero Hannah se ha prometido con un escocés. Tom aceptará a regañadientes ser la peculiar "dama de honor" de su amiga para conquistarla e impedir su boda.



Caos calmo. Pietro ha entrado en un estado de perplejidad desde que su mujer murió repentinamente. Cuando ocurrió, él estaba salvando la vida de una desconocida en la playa, y parece que nunca se lo va a perdonar. Ahora, Pietro quiere tener todo bajo control, hasta el punto de pasar las horas a las puertas del colegio de su hija esperando a que llegue la salida. Sus familiares y amigos intentan consolarle, pero terminan confesándole sus propias desgracias. ¿Podrá Pietro salir del caos calmo en el que vive? Con Nani Moretti y Valeria Golino.



Los cronocrímenes. Un hombre descubre a una chica en la lejanía del bosque. Intenta llegar a ella, pero, de repente, es atacado por un extraño individuo que lleva el rostro cubierto por vendas rosas. Cuando consigue huir, se refugia en un laboratorio secreto. Allí, encuentra una maquina del tiempo y, casi sin darse cuenta, se traslada al pasado por espacio de una hora. Lo que el no sabe es que está a punto de encontrarse consigo mismo y, lo que es peor, resolver un misterio que preferiría no haber conocido nunca. Con Karra Elejalde y Bárbara Goenaga.




Ella es el partido. En 1925 la liga profesional de fútbol americano atrae a seguidores con ganas de beber, convirtiendo los partidos en batallas dentro y fuera del campo. El veterano jugador Dodge Connolly cree que es posible dar prestigio al deporte, por eso, cuando la liga está en peligro por falta de patrocinadores, recomienda el fichaje de la estrella universitaria Carter Rutherford. La historia del nuevo ídolo llama la atención de la astuta periodista Lexie, una belleza que enfrentará a Dodge y Carter. Con georges Clooney y Renée Zellwegger.

El incidente. El profesor Elliot Moore está convencido de que algo extraño está pasando en la Naturaleza. Los medios alertan sobre una escalofriante forma de muerte que acecha Norteamérica, una amenaza silenciosa que altera el comportamiento humano hasta destruirlo. Elliot huye a Pennsylvania para ponerse a salvo junto a su mujer Alma, con la que atraviesa una crisis, su colega Julian y la hija de éste. Cuando los ataques persisten y la humanidad parece condenada, Elliot descubre la clave para la esperanza. Dirigida por M. Night Shyamalan e interpretada por Mark Wahlberg y Zooey Deschanel.

Margot y la boda. Margot es una escritora con fama de tener un carácter difícil. Hace tiempo que no ve a su hermana Pauline, pero cuando se entera de que ésta va a casarse, decide coger a su hijo Claude y presentarse por sorpresa en medio de los preparativos. Nada más conocer al novio de Pauline, Margot muestra sus dudas sobre la fiabilidad de un hombre que dice ser "artista en paro". No será el único contratiempo: los problemas sentimentales de las dos hermanas aflorarán poniendo a su familia al borde del caos. Con Nicole Kidman y Jennifer Jason Leigh.


Náufragos. Vengo de un avión que cayó en las montañas. La tragedia sufrida por los pasajeros del avión que se estrelló en los Andes en 1972 (y que ya fue contada en 'Viven', de Frank Marshall) vuelve con toda su intensidad gracias a este documental, dirigido por el uruguayo afincado en Francia Gonzalo Arijón (Por esos ojos), amigo de la infancia de varios de los supervivientes. Documental.

La niebla. Una violenta tormenta se desata en un pueblecito americano de Maine. La espesísima niebla que baja desde el cielo, deja incomunicados a los habitantes en sus casas, pero también en tiendas y supermercados. Cuando se descubre que esa nube mata a todo aquel que se adentra en ella, cunde el pánico, y más sabiendo que hay unas extrañas criaturas que parecen aprovechar la oscuridad para alimentarse de sangre. En una situación de vida o muerte, el apoyo mutuo de los hombres se convertirá en discordia. Con Thomas Jane y Marcia Gay Harden.

Paso de ti. Peter es un músico que lleva años a la sombra de su adorada novia, la estrella televisiva Sarah Marshall. Por eso, su mundo se desmorona cuando ella le deja. Aconsejado por sus amigos, Peter intenta convertirse en un donjuán, pero después de varios fracasos y algún ataque de nervios, huye a una isla hawaiana. Allí, el destino le reencontrará con su ex, que está de escapada romántica con su nuevo novio. Entre cócteles exóticos y charlas con una empleada de hotel, Peter tomará más de una decisión. Con Jason Segel y Kristen Bell.

Rivales. Un decisivo partido de infantiles entre un equipo catalán y otro de Madrid, que se va a celebrar en Sevilla, es la excusa perfecta para poner sobre la palestra el comportamiento desaforado de sus respectivos progenitores. Una película de Fernando Colomo con Ernesto Alterio y Kira Miró, entre otros muchos.

Sexo en Nueva York. En los últimos años, Carrie se ha consolidado como escritora. Sigue viviendo en Nueva York y su relación con Big le ha hecho madurar e incluso ahorrar dinero en sus caros caprichos de moda. Charlotte es feliz junto a su marido y su hija adoptada, pero Miranda atraviesa una nueva crisis con Steve. Todas echan de menos a sus amigas, al igual que Samantha, que vive una segunda juventud al lado de su novio actor. La boda de Carrie es la ocasión ideal para reunirlas, aunque no será la única sorpresa. Con Sarah Jessica Parker y Kim Cattrall.

¿Es suficiente? ¿Es necesario? Es útil. Todas y cada una de estas películas tienen un punto de interés. Lo bonito, con todo, es descubrirlo. Ojalá disfrutéis de buen cine durante el verano. Será una buena noticia.

El dolor del roce, el placer de callar

Alumbran las tardes de estos últimos días de Octubre las más estrechas sombras que hubiera imaginado. Son claroscuros a veces esperados, casi nunca deseados pero me ayudan a precisar mis palabras, a escudriñar en tus cobijos, a incitar los silencios que me proporcionas con tu respiración. Llego hasta este recodo cansado de ser fuerte, silencioso como el ruido del trueno y eso me provee, me hace grande. Con estos labios escribo a la luz de la mirada de una actriz morena y turgente que anuncia la pasión que sueña el hombre y no me queda más remedio que reparar la ignorancia de saber que lo sé todo.

Hablo de cine, de historias cobijadas al amparo de las vidas de otros que nacieron antes que yo, que fueron amantes antes que yo, que odiaron antes que yo y murieron a la vida antes que yo. Así, abro mi cuaderno, mi blog aún por escribir e invito a quien le plazca a pasear por estas historias escogidas de entre la hojarasca. Son películas españolas, con eñe de pánico, con eñe de risa, con eñe de melodrama, con eñe de enigma y varias propuestas bárbaras (entiéndase como sinónimo de relato extranjero) con uve doble de desaparición, con uve doble de Irak, con uve doble de violencia, con uve doble de abogados. De todas y cada una de ellas te vamos a contar, amable lector, todo aquello que te resulte atractivo, sugerente y tentador. Al menos los suficiente para lograr que les des una patada a las paredes de tu casa y visites la sala de cine más próxima. Será tu particular contribución al crecimiento cultural de nuestra comunidad. Gracias.

“Michael Clayton” es una película protagonizada por Georges Clooney en la que da vida a un hombre que se dedica a solucionar problemas legales a su empresa. Trabaja para un famoso bufete de Nueva York, aunque no ejerce de abogado. Su especialidad es arreglar las cosas de la manera más limpia y rápida posible, y se ha pasado toda su carrera limpiando los trapos sucios de sus importantes clientes. No es ni policía ni abogado, sino la perfecta mezcla de ambos: el perro guardián, el compañero fiel que siempre obedece y nunca pregunta. Sin embargo, llega un momento en que se encuentra atrapado entre dos fuegos cuando tiene que poner orden en un grave altercado que amenaza con hundir el caso que une a su empresa con una compañía agroquímica.

Georges Clooney ha manifestado en más de una ocasión su hartazgo ante la situación política de su país, la decepción que vive cuando contempla lo que sucede a nuestro alrededor y el escaso compromiso que muestran los estudios en la realización de proyectos interesantes e implicados con la realidad. Por eso, no dudó en tomar parte en esta película dirigida por un novel, Tony Gilroy, de cuya pluma han salido, eso sí, historias como “El abogado del diablo”, “Armageddon” o las tres entregas de la saga de Jason Bourne. Comprometida.

“El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford”. Una del Oeste. ¿Una del Oeste? ¡Una del Oeste! Sí, así es. Brad Pitt ganó el premio al mejor actor en el Festival de Venecia por esta “peli” que cuenta los últimos días de vida de Jesse James, una de las leyendas que aún permanece viva en la memoria del pueblo americano. Pero quizás pocos sepan que fue precisamente uno de sus hombres, Robert Ford, quien, harto del carácter de su jefe, acabaría traicionándole y matándole.

Pitt ya cabalgó por las llanuras del lejano Oeste en “leyendas de pasión” y vuelve a hacerlo ahora gracias a esta película que se basa e una novela de Ron Hansen y que se propone revisar las leyendas que conformaron aquella convulsa segunda mitad del siglo XIX en la joven nación americana. El propio Brad Pitt ha explicado que esta película “habla de la mitología de la fama y la búsqueda de esa notoriedad, de lo que se ocupa tras ese tipo de vida”. Legendaria.

“Adiós pequeña, adiós”. A veces, la realidad marca los senderos de la ficción. Escribo esto porque debe saberse que el estreno de esta película fue cancelado provisionalmente en Gran Bretaña debido a su similitud con el caso de Madelaine McCain. Por lo demás, diremos que Ben Affleck dirige esta historia en la que dos detectives buscan a una pequeña de cuatro años que ha sido secuestrada en un problemático barrio de Boston y cuya investigación pondrá en tela de juicio algunos aspectos de sus vidas. Uno de los protagonistas es Casey Affleck, hermano del director, quien participa al mismo tiempo en esta película y en otro de los estrenos del momento, “”El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford”. Sin duda el menor de los Affleck es un valor seguro y está llamado a ser uno de los importantes en la industria americana. Además es un excelente agente publicitario cuando habla de la relación con su hermano: “Mi hermano y yo compartimos un lenguaje primario, u lenguaje que sólo entendemos los dos. Somos como un matrimonio y sabemos qué vamos a decir sólo con mirarnos”. ¿Mystic river? Por ahí.

“Invasión” es la cuarta adaptación cinematográfica de “La invasión de los ladrones de cuerpos”. Nicole Kidman y Daniel Craig, el último Bond, protagonizan esta cinta que nos presenta a una psiquiatra que descubre, tras la aparición de una misteriosa epidemia que altera el comportamiento de los seres humanos, que las propias personas encargadas de vacunar a los afectados están propagando algo mucho peor: una espora de origen desconocido que ataca el ADN humano mientras el huésped duerme, convirtiéndolo en la imagen de un ser que se parece a nosotros y habla como nosotros, pero desprovisto de emociones humanas. De la noche a la mañana, aparentemente, las personas que rodean a Carol se transforman en seres que forman parte de una especie de colmena con una única misión: infectar a otros y tomar el control.

Oliver Hirschbiegel, tras el éxito alcanzado como director de “El hundimiento”, se atreve con esta narración en la que la Kidman demuestra su gusto por las escenas de acción y para quien “lo crucial de la historia reside en lo que mi personaje hace para salvar a su hijo, en esa odisea que emprende para encontrarlo, salvarlo y salvar a la Humanidad”. Estremecedora.

“Leones por corderos”. “La libertad de expresión en Estados Unidos está siendo amenazada. Es por ello que, si la Casa Blanca no se sienta a reflexionar, nosotros tenemos la obligación de denunciar este nuevo Vietnam en el que nos han metido con la coartada del terrorismo internacional post 11-S”. Hum, vaya, parece que el sector más progre de Hollywood está dispuesto a ponerle las peras al cuarto a la Administración Bush y para ello no va a reparar en gastos. Robert Redford, quien ya ha dado muestras más que notables de su compromiso social en muchas ocasiones, nos propone esta historia que protagoniza el propio Redford junto a Tom Cruise y Mewryl Streep (wow!). Se trata de una conmovedora historia de varios individuos capturados en distintos lugares en una terrorífica guerra: un senador que intenta convencer de una última "estrategia exhaustiva" a una periodista de una televisión, un catedrático idealista que intenta convencer a uno de sus estudiantes más prometedores (Garfield) de que cambie el rumbo de su vida, y dos hombres jóvenes (Luke y Pena), luchando en las nevadas montañas de Afganistan, cuyos deseos de vivir una vida con sentido les conducen a unirse a las tropas americanas y luchar contra el terrorismo global. Pues eso: “progressive”, que dicen los ingleses.

“Shoot ‘Em up”. Ella ha dicho: “Me gusta casi todo: comedias, thrillers y las películas en las que se expora nuestra parte más oscura”. Lo ha dicho Monica Bellucci, quien nos propone una película en la que trabaja junto a Clive Owen, que encarna al Sr. Smith, el hombre más enojado y duro del mundo, a quien le confían la protección de lo más inocente del universo: un niño recién nacido. Cuando Smith ayuda a nacer al bebé en medio de un tiroteo, pronto descubre que el niño es el blanco de una extraña fuerza que ha enviado a un equipo de inagotables atacantes misteriosos que pretenden borrar todo rastro del bebé. En medio de una lluvia de balas se une a una prostituta llamada DQ (Monica Bellucci) para solucionar el misterio en cuanto a por qué está siendo amenazada la vida del bebé antes de que esta familia improvisada termine del lado equivocado de la bala. Pero, ¿por qué todos quieren ver muerto al bebé?.La crítica ha dicho que “Shhot ‘em up” renueva el género negro y sus protagonistas han expresado que se trata de una película emocionante, trepidante cuyos personajes son tan poderosos como una buena patada en la cara. Glups! ¿Trepidante?

“Redacted”. Este hombre es uno de los grandes y por eso es libre de decir cosas como esta: “Muchos periodistas se venden a intereses políticos y se vuelven esclavos sumisos”. Esta frase está íntimamente relacionada con el estreno de su última película, que nos lleva hasta la Guerra de Irak para reflexionar sobre la situación política, social moral de la sociedad norteamericana. Para lograrlo, De Palma utiliza un relato que protagonizan varios soldados estadounidenses que violan a una mujer y asesinan a su familia. Estos hechos provocan que sus propios compañeros reflexionen sobre la degeneración moral a la que han llegado y lo hagan desde un punto de vista no oficial sino absolutamente personal.Si tuviéramos que describir el estado emocional que viven los soldados norteamericanos, podríamos hacerlo utilizando una de las frases de la película y que pronuncia uno de los soldados: “No puedes permitirte el lujo de sentir remordimientos. Si te asaltan los remordimientos te vuelves débil y si te vuelves débil, mueres”. Metálica.

“Stardust” narra la historia de un joven llamado Tristan (Charlie Cox), que intenta conquistar el corazón de Victoria (Sienna Miller), el bello pero frío objeto de su deseo, y se va en busca de una estrella caída del cielo. Su viaje le lleva a un país misterioso y prohibido más allá de los muros de su pueblo. Durante su odisea, Tristan encuentra la estrella convertida en la preciosa Yvaine (Claire Danes). Pero Tristan no es el único que busca la estrella. Los cuatro hijos del Rey (Peter O’Toole), y los fantasmas de sus tres hermanos muertos, necesitan la estrella si quieren ocupar el trono. Tristan también debe vencer a Lamia (Michelle Pfeiffer), la malvada bruja que desea la estrella para recuperar la juventud.

Como el propio director, Matthew Vaughn, ha reconocido “Stardust” es una mezcla entre “La princesa prometida” y “Piratas del Caribe”, una película familiar en el sentido más estricto. Si a ello le añadimos que participan en ella actores de la talla de Peter O’Toole, Robert de Niro o Michele Pfeiffer estará más que justificado el paso por taquilla, sobre todo si crees que la fantasía existe. Mágica.

“El orfanato”. Belén Rueda dice que ha tenido la grandísima suerte de encontrarse con ente arriesgada, que Amenábar lo fue en su momento y que el equipo de “El orfanato” lo ha sido ahora. Belén Rueda dice que lo mejor es utilizar el tirón mediático que un actor tiene para hacer cosas que merezcan la pena. Belén Rueda dice quer sus papeles tienen más peso porque ha vivido más cosas. Belén Rueda dice eso y mucho más, pero donde mejor se expresa es actuando. Hace algunas semanas se estrenó “El orfanato”, una película en la que interpreta el papel de Laura, que vuelve a al orfanato donde creció con su marido y su hijo porque quiere convertir el edificio en un hogar para niños discapacitados pero no sabe que va vivir una pesadilla cuando el niño comience a contar extrañas y misteriosas historias.

Esta película se ha convertido en uno de los acontecimientos cinematográficos de la temporada y será también nuestra apuesta a los Oscar. Estremecedora.

“La Torre de Suso”. Pasar del guión a la dirección no debe ser nada fácil y de eso puede hablar Tom Fernández, quien hasta hace poco escribía las historias de “7 vidas” y que ha decidido dar el paso con esta película que protagoniza Javier Cámara en el papel de Cundo, un joven que vuelve a Asturias para asistir al entierro de Suso, su amigo de la infancia. Allí coincidirá con otros amigos junto a los que deberá averiguar qué hacer con las cenizas del amigo y descifrar el significado de unos dibujos de una torre realizados por el difunto.

La película es una comedia con cierto sabor dulce y amargo a la vez en la que se habla del pasado, de la vida, de la amistad, del amor y que ante todo es un canto a la esperanza. Optimista.

“Luz de domingo”. Que un actor diga que “esta es mi última película” ya se hace raro. Si quien lo dice es Alfredo Landa, entonces uno siente que una parte de nuestras vidas se queda en el camino. Y sí, es cierto, Landa firma su último trabajo bajo las órdenes de José Luis Garci, un trabajo que lleva por título “Luz de domingo” y que nos lleva a Asturias, a principio del siglo XX para conocer al nuevo secretario de un pequeño ayuntamiento que se enfrenta al alcalde, poco dado a prácticas democráticas, y que además se enamora de la chica más guapa del pueblo.

Quizás alguien se pregunte por qué Garci no hace películas sobre temas actuales o, por lo menos, ambientada en nuestros días. Si es así, él mismo nos ha dado la respuesta: “No volveré a hacer ninguna película contemporánea, de mi época. Ahora no me interesa este mundo cambiante”. Lo que nosotros añadimos es que esta película, siguiendo su costumbre más reciente, también está en una novela, en este caso de Ramón Pérez de Ayala, y en ella encontraremos elementos de violencia rural, amor apasionado y hasta de crueldad desatada. Desgarradora.

“Oviedo Express”. Maibel Verdú es la actriz del momento, sin duda. En estos momentos son varias las películas que se estrenan y en las que ella participa: “Siete mesas de billar francés”, “La zona” y esta que nos ocupa, “Oviedo Express”, dirigida por José Luis Cuerda y con la que el director cuenta que quería hacer una comedia que reuniera elementos de emoción dramática y suspense. Es cierto, además, que le apasionó el reparto y reencontrarse con Oviedo. El argumento nos habla de un fantasmagórico tren, el Oviedo Express, que llega en la noche a la ciudad. En él, viajan los actores que representarán la adaptación teatral de “La Regenta”, clásico emblemático y crítico de la vida en el Oviedo de 1885. Pero, en tiempos actuales, la irrupción de los cómicos irá mas allá de las tablas del escenario alterando el devenir cotidiano. La joven mujer del alcalde caerá en brazos del actor principal, o de su personaje, y las pasiones y delirios, más o menos encubiertos hasta entonces, aflorarán con todas sus consecuencias. Bajo la mirada de mil ojos y el runrún de dos mil lenguas, un actor deprimido deambula por las calles, una actriz furiosa clama venganza, un director petulante pelea con la puesta en escena, una periodista local cruza y descruza las piernas, una madre pizpireta intriga y enreda, un ángel pasa mientras la ciudad de Oviedo se convierte en escenario de divertidos o dramáticos acontecimientos hasta la brusca e inesperada caída de telón. En esta película realidad y ficción se funden cuando la esposa del alcalde de Oviedo se enamora del primer actor de una compañía de cómicos que llegan a la ciudad para representar “La Regenta”. Ciertamente, una película que reclama nuestra atención con la misma pasión que sus personajes se mueven por la pantalla. Carnal.

La certeza de tus ojos

(publicado en Balcei, julio de 2007)
En un tiempo, otro tiempo, habría empezado este artículo con expresiones como “Permítanme que…”, o “Déjenme que…”, o “Si les parece…”. En otro tiempo, tal vez hubiera golpeado tímidamente con mis nudillos la puerta de su intimidad celosa y legítimamente guardada para solicitar su atención y reclamarles dos minutos de su tiempo, guiñándole un ojo a la complicidad que se supone entre lector y escritor. En otro tiempo, ayer, por ejemplo, quizás habría expuesto mis textos en la calle apocadamente, sin pretender molestar, negociando cada gesto amable o pretendiendo una afable connivencia. En otro tiempo, digo, escribo, todo eso habría sucedido.

Pero ese tiempo ha muerto. Lo he expulsado de mi vida, he borrado sus números de teléfono de mis agendas, la de papel y la electrónica y he barrido las tristezas que se me habían quedado ocultas en algún rincón de mis afectos. Eso me pasa por ir al cine. Eso me pasa por ver algunas películas que consiguen estremecerme y obtener de mí lo mejor. Eso me pasa por aceptar el reto que supone desmenuzar algunas historias que corazones desgarrados y enteros construyen para reflejar la grandeza del ser humano y dibujar las miserias del ser humano. Cabe mayor contradicción, pero así somos: blanco y negro, bien y mal, generosos y mezquinos. Lo dijo el Hombre Libre: vivimos en una sociedad mejor, pero el ser humano no es ahora mejor. Y eso, queridos, queda grabado con la misma furia con que la sangre brota por la herida que nos abre el enemigo. O peor: la herida que nos procura quien hasta ayer nos quería.

Hoy escribiré sobre cine, como siempre, como hago desde hace dieciséis años en estas misma páginas, pero hablaré del cine del que nadie quiere hablar, del cine que resquebraja las pulidas conciencias burguesas y nos obliga, porque no lo resistimos, a mirar hacia otro lado y a decir con despreciable suficiencia que esas películas son un pestiño que no hay quien aguante, que a mí lo que me gusta son las comedias y las de acción, y si salen tías buenas, mejor. Claro, que ustedes siguen siendo libres de dejar leer aquí y pasar a otra cosa. Son libres…

“Hotel Rwanda”. Ya hemos escrito sobre ella y hablado hasta con ella, pero esta película es no solamente necesaria sino imprescindible. Se trata de una historia que describe la brutal rivalidad existente entre humus y tutsis, alentada de manera vergonzante por las potencias occidentales personificada en unos personajes rehenes de un destino compartido pero no deseado. Si la libertad es un bien humano, también se puede decir que es escaso o, por lo menos, sólo disponible para el hombre blanco. El resto de los seres humanos viven en una ratonera de muerte, horror y miseria de la que difícilmente pueden escapar.

“Crash”. La grandeza de esta película es su capacidad para combinar las vidas de gente tan diferente como nosotros mismos. Miedo, desesperanza, racismo, exclusión, odio, idealismo. El cóctel que conforma la narración aglutina con violento realismo las historias cruzadas del policía negro con una madre drogadicta, de los dos ladrones de coches que reflexionan constantemente sobre nuestra sociedad, del policía siempre al borde del delito alentado por su inveterado racismo, su joven compañero dispuesto en todo momento a mostrar un irritante idealismo y el hispano que ama a su hija como sólo se puede amar a una hija mientras te empuja a la vida una incólume esperanza. Eso, respetado lector, es lo que nos enseña esta cinta.

“Horas de luz”. Juan José Garfia es un hombre de carne y hueso. Y de alma fornida, corazón vigoroso y espíritu hercúleo. Pero Juan José es un delincuente, un preso peligroso que llevad de cabeza al Estado y sus representantes, líder de motines capaz de soportar la presión del castigo legal y el acoso ilegal. En su vida bordada con espinas y hiel aparece Marimar, una enfermera cuyas manos le harán sentir el gozo del amor y cuyos ojos se convertirán en la ventana por la que mirar el inalcanzable mundo de líneas infinitas y la sonrisa de unos hijos nacidos de la generosidad. Esta historia, real, aún no se ha cerrado. Juan José permanece todavía en prisión aunque se siente capaz de soñar junto a la mujer que le enseñó a pedir perdón y le indicó el camino a la luz.

“Ciudad de Dios”. Trasladar a la pantalla 600 páginas de hechos y la vida de 350 personajes es, se mire como se mire, un hecho mágico. Y si esa novela dibuja con milimétrica sintonía el universo de un barrio que no rivalizaría con el Infierno, sencillamente porque es el Infierno. El protagonista de la película es el barrio, que siente, sufre, ama, crece y muere como una criatura huérfana con mil padres desconocidos porque en ese mundo nadie se conoce aunque en sus lechos respiran mil goces prohibidos y ningún gesto deseado. Si este relato no conmueve al espectador será porque su piel ha tejido una muralla frente al dolor ajeno y el sufrimiento de al lado. Y entonces, sí, podremos decir que ya no nos queda casi nada que decir.

Son cuatro propuestas cinematográficas, cuatro historias laterales, cuatro caminos que nos queda por recorrer y a los que merece la pena dedicarles nuestro tiempo. Es lo menos que podemos hacer por aproximar nuestra opulencia a la vida. A la de los demás.


Juan Antonio Pérez-Bello

El Diez, siempre el Diez

.
Nino Arrúa era bajo, moreno y audaz. Su nariz, capricho de dioses guaranís, se adelantaba al viento y golpeaba la red del contrario con la voracidad propia del hambre del que huyó. Su júbilo lo mostraba con sus dos brazos abiertos y los puños cerrados, como si su triunfo fuese atrapar la gloria en sus dos manos pequeñas, y emprendía siempre una carrera que le alejaba de los amigos que le perseguían para abrazarle. Nunca lo conseguían.


(De pie) Nieves, Rico, M. González, Violeta, Blanco y Planas. (Agachados) Rubial, García Castany, Ocampos, Arrúa y Soto. Esta es una alineación típica de la Temporada 1973-74

Aquella mañana de domingo cruzó, señorial, el umbral del Campo de La Camisera. Hacía frío, el cielo era gris y su abrigo loden de paño marrón cubría su cuerpo, ya he dicho que moreno. Su pelo era negro y seco y brillaba casi tanto como los ojos de los niños que nos acurrucamos bajo su estampa. Firmó autógrafos, habló con todos y siguió con una mirada fija y recta las jugadas de los futbolistas del Oliver. No perdió detalle. Aquel día volví a casa y le dije a mi padre que había estado con Arrúa y le enseñé la mano que me estrechó y le mostré la firma con su nombre. Quise ser el diez, como años antes soñé con el diez de Villa. El diez, siempre el diez.

Ese diez me ha llevado por la senda de la necesidad hecha virtud y no podía ser de otra manera. Alemania da sus últimas bocanadas cuando escribo esta página, España se fue a por ellos pero en realidad a lo que fue es a por uvas y el Sabio (¡Dios mío, a cualquiera le acoplan el adjetivo reservado a los elegidos!) se revela (atención, con uve) como un gran estratega y ahora dice que se queda. Y mientras todo eso ocurre, se me ocurre hablar de cine, que es lo nuestro. Y de fútbol, como consuelo a la decepción, bálsamo para la frustración y algodón para esas heridas abiertas que, en realidad, nunca se cerraron.

El cine y el fútbol. Se han dado la mano en varias ocasiones, y en algunas de ellas con acierto, arte y hasta cierta belleza. Y pocos momentos más propicios que ahora para darnos un breve paseo de la mano de estas dos pasiones que uno cultiva con suave emoción cuando las circunstancias se lo permiten. ¡Ondeen las banderas, suenen los himnos, cúmplanse los ritos!

La nómina de películas que han tenido al fútbol como protagonista o excusa argumental no es tan larga como para hablar de género, pero sí habría como para organizar un ciclo digno en el que brillarían algunas pequeñas joyas junto a productos menos recomendables. Generalmente este tipo de relatos suelen dirigirse al comienzo de los tiempos para lucir más y mejor, pero nosotros optamos por abrir la lata por el final. En España se estrenó el año pasado un producto que tenía al muy popular Fernando Tejero como actor principal: “El penalty más largo del mundo” (2005) no fue una muy acertada película, si bien trataba de aprovechar el tirón televisivo del Emilio de “Aquí no hay quien viva” para darle un pequeño bocado a la taquilla nacional.

Una de las aventuras más originales la ha protagonizado hace algunos meses el director cordobés Gerardo Olivares, que presentó el pasado mes de abril “La gran final”, una película cuyos protagonistas son una caravana de tuaregs en el desierto de Níger, una tribu de indios en la selva amazónica y un grupo de nómadas en medio de la nada en Mongolia, cuya única obsesión es ver la final entre Alemania y Brasil del Mundial de Japón y Corea de 2002. Ese es el hilo argumental de esta comedia “a caballo entre el documental y la ficción. La parte que refleja cómo se vive en estos tres lugares es real, yo inserté la historia del fútbol», explicó Olivares cuando presentó la película quien, en sus 15 años de viajes por el mundo para hacer documentales, ha visto la pasión que levanta el fútbol. «Una vez, después de 11 días de caminata, llegué al Himalaya y a 4.500 metros de altitud había una foto de Ronaldo al lado de una estatua de Buda».

En 2002 la directora Gurinder Ghadha llevó a la pantalla “Quiero ser como Beckham, en la que conoceremos a Jess, una chica de 18 años que sólo tiene una idea en la cabeza: quiere jugar al fútbol como su héroe, David Beckham, la estrella (entonces) del Manchester United. Para Jess, eso significa darle patadas a un balón en el parque con sus amigos, hasta que la descubre Jules, una joven que la invita a unirse al equipo de fútbol femenino local. Pero los padres de Jess no entienden por qué no puede parecerse a su hermana mayor, Pinky. El título original, Bend it like Beckham, hace referencia a una típica jugada del famoso futbolista y la fuente de inspiración fue la pérdida del partido por Inglaterra frente a Argentina en el Mudnial de Futbol de 1998 y el fervor que despertó.

De ese mismo año es “Días de fútbol”, película construida al rebufo del éxito de “El otro lado de la cama” y que pretendía lograr parecidos logros, para lo que utilizó gran parte del equipo de la película de Colomo. Sin embargo, el resultado ni siquiera se le acercó, si bien el fútbol tenía un protagonismo en clave de “banda-de-amigotes-que-se-reúnen-para-eructar-juntos-y-secarse-los-mocos-con-unas-cuantas-birras-bien-frías”.

El fútbol, ya decimos, no ha inspirado especialmente al cine, si bien hay algunas historias que han merecido la atención de la crítica y el público. Hace pocos años Gonzalo Suárez dirigió a Carmelo Gómez en “El portero”, una historia basada en un relato de Manuel Hifalgo en el que el actor leonés da vida a un forastero que llega en su camioneta a la taberna de un pueblo asturiano. Se trata de Ramiro Forteza, un portero de Primera División que, por culpa de la Guerra (estamos en 1948), ha cambiado los estadios por las plazas de las aldeas. Forteza explica a los lugareños su espectáculo, un reto de penaltis con unas monedas en juego para quien consiga batirle. Entre los asistentes, un entusiasta Tito, el hijo de Manuela, una mujer desconfiada por haber sufrido en carne propia los estragos de la barbarie y de la marginación. Fue una afortunada incursión del cine español en los territorios del deporte del patadón, un reto que no siempre se había aceptado con acierto.

Se había intentado en los años 50, cuando figuras del balompié como Kubala, Di Stéfano o el propio Ramallets consiguieron atraer la atención de algunos productores, y fue entonces cuando se rodaron películas como “Once pares de botas”, “Saeta rubia” o “¡Kubala! Los ases buscan la paz”. Sin embargo, no hace falta decir que las dotes interpretativas de estos grandes jugadores no llegaban ni a la sombra de su calidad como futbolistas, por lo que los resultados no fueron muy interesantes.

Sin embargo, de todas ellas, seguramente la película más popular que tiene al fútbol como prtagonista es “Evasión o victoria”, un alegato por la libertad con un partido de fútbol entre alemanes y prisioneros aliados como telón de fondo y para cuya interpretación se contó con leyendas vivas y futbolistas en activo de la categoría de Pelé, Ardiles o el propio Bobby Moore. La calidad del filme viene avalada por la dirección del gran John Houston, quien fue capaz de sumar talento deportivo y capacidad interpretaiva, con actores como el firme Max Von Sydow y el histriónico Sylvester Stallone, poco antes de comenzar su exitosa serie como “Rambo” y una vez que ya había conocido el éxito como Rocky.

Y por finalizar nuestro artículo, y con la sana intención de que nos quede redondo, proponemos una lista de películas menos conocidas pero que aportan calidad, sentimiento y emoción al tiempo que dignifican al fútbol. Sugerimos su disfrute y emplazamos al lector para que se una a nuestro homenaje a ese deporte que, como dijo Jorge Valdano, “es la cosa más importante de las cosas poco importantes”. ¡Viste!

“Pelota de trapo”, de Leopoldo Torres (Argentina, 1948). Un chico – hijo de obreros – sueña con llegar a convertirse en “crack” de fútbol. En tanto, practica con sus amigos con una pelota de trapo, y a duras penas logra cambiarla por otra de cuero. Adulto, cumple su sueño, pero una enfermedad lo obliga a retirarse del fútbol antes. Acumula algún dinero a riesgo de su vida, para brindárselo a los suyos. Luego, se casa con su novia de la infancia.

“El hincha”, de Manuel Romero (Argentina, 1951). En esta película, historia de Julio Porter y Enrique Santos Discépolo, con mucho de El cañonero de Giles, ingresa el fanático del fútbol a la galería romeriana de arquetipos porteños. Además, la barra del café, el partido del domingo, el ritual del antes y después del estadio, junto al gastado tema del crack que abandona su modesto equipo por la plata grande, y los fantasmas del soborno y del descenso.

“El hijo del crack”, de Leopoldo Torres (Argentina, 1953). Armando Bó aparece como un astro del balompié en decadencia venerado por su hijo. Para no desilusionarlo, el crack vuelve a jugar pese al peligro que corre.

“El cura Lorenzo”, de Augusto César Vatteone (Argentina, 1954). Esta película cuenta la vida del cura Lorenzo Mazza, inspirador del club San Lorenzo de Almagro. “Me acuerdo como si fuera hoy cuando el cura Lorenzo nos cruzó en la esquina de Treinta y Tres y México (el cura de la parroquia Salesiana San Antonio, que tenía la escuela) y nos vio jugando al football allí, sabiendo que el día anterior el tramway casi había pisado a uno de nosotros por correr un balón, y nos ofreció jugar en la canchita de la parroquia. Zorro el cura, ya que el negocio era que a cambio asistiésemos a misa todos los domingos”.

“El milagro de Berna”, de Sönke Worttman (Alemania, 2003). El 4 de julio de 1954 el seleccionado nacional alemán disputaba la final del Mundial de fútbol. El gol definitivo de Helmut Rahn que dio el triunfo a los alemanes por 3 a 2 frente a los húngaros, significó mucho más que la obtención de un título deportivo. En tono nostálgico Wortmann cuenta de la vuelta de los últimos sobrevivientes alemanes de prisiones rusas, sus búsquedas por reencontrar un lugar en sus familias y en la sociedad, la reconstrucción del país, y la ilusión del renacimiento como nación generada por el triunfo futbolístico.

“La otra final”, de Johan Kramer (Países Bajos, 2003) es un sensible retrato de un partido amistoso y de dos países, dos culturas. Después de la derrota de Holanda en la clasificación para el Mundial de Japón y Corea en 2002, surgió allí una grandiosa idea. Invitar a los dos últimos del ranking de selecciones nacionales – Bután, un reino en el Himalaya y la isla caribeña de Montserrat – a jugar un “partido decisivo” por el penúltimo puesto de la lista. El partido se jugaría el 30 de junio de 2002 en Thimpu, capital de Bután, en coincidencia con el día en que en Yokohama se celebraría la final del Mundial de la FIFA.

“Fútbol como nunca”, de Hellmuth Costard (Alemania, 1970). El 12 de septiembre de 1970 es un día soleado en Old Trafford. El Manchester United disputa un partido de liga contra el Coventry y gana 2 a 0. Una victoria sin grandes consecuencias, ya que en esta temporada el Manu jugó un papel secundario en la liga inglesa. Sin embargo, de este partido se ha conservado un documento único en la historia del cine y la televisión. Hellmuth Costard, uno de los directores de cine experimental más importantes del cine alemán durante los años sesenta y setenta, observó durante más de 90 minutos con ocho cámaras de 16 mm al jugador con el número 11, a George Best, el símbolo del clásico volante izquierdo.
.

Volverte a ver

(publicado en Balcei, Septiembre de 2006)
Jack Sparrow ha vuelto. Atrapado por su pasado, enganchado al odio que despierta entre sus enemigos, sujeta su alma por los grilletes de la ambición y la seductora caricia del poder, el personaje que encarna como nadie Johnny Depp ha irrumpido de nuevo en nuestras vidas. Este pirata, heterodoxo como un hincha del Barça nacido en Chamberí, ha salpicado nuestras asombradas caras con toda suerte de olas enfurecidas, gruesas y hediondas gotas de sudor, intrépidos lametazos de sangre y mortales círculos trazados por su espada y la de su encarnizado oponente, el corsario Davey Jones, y lo ha hecho en plena canícula, cuando el asfalto de nuestras ciudades suplicaba un respiro en medio de las pisadas de guiris desorientados en busca de una cara amiga que les diga dónde está el Museo del Prado.

Pero no ha sido el único que ha regresado. El ajustado cuerpo de Superman, embutido en ese traje hecho a la medida de un superhéroe capaz de acabar con el villano Spacy, ha vuelto a surcar los cielos de Metrópolis y ha sido capaz, una vez, de enamorar a una Lois Lane un tanto disgustada con la repentina marcha de su amado quien, recordemos, tuvo que abandonar la Tierra en busca de sus orígenes.

Estos dos párrafos, que han servido como introducción, pretenden llamar la atención sobre algo que ya se está convirtiendo en una costumbre en el cine norteamericano. Hollywood le ha pillado gusto a eso de producir segundas y/o terceras partes de los productos que fueron éxito mundial en una primera entrega. Pero eso no es malo; au contraire: es bueno si las segunda partes lo son. Que es el caso. Tanto las aventuras de los piratas más guapos que hayan surcado los siete mares como los peligros que tiene que afrontar el alter ego de Clark Kent son el eje argumental de dos películas dignas de ser vistas con entusiasmo y de convertirse, en muy poco tiempo, en producto cultural merecedor de ser coleccionado. Se trata de dos películas que responden a la expectación, que entretienen (eso también es cine, amigos puretas), que colaboran con nosotros para que pasemos una estupenda tarde/noche de cine y que resisten, sin problemas, una segunda y tercera vez. Porque, a ver: ¿hay muchas películas que hayas visto últimamente, amado lector, que sean capaces de cumplir estos requisitos aquí relatados? Pues eso.

Y todo lo que hemos escrito sobre dos de los estrenos más potentes del verano sucederá con una película española que se estrena estos días. “Alatriste” va a ser una de las sensaciones de la temporada, y no es algo que podamos decir con frecuencia de una película española. Estamos acostumbrados a esperar mucho de las obras de Almodóvar o de Amenábar (y pocos más, no nos engañemos) y siempre se trata de películas “de autor”, con tramas y excelentes interpretaciones de los actores, es verdad. Pero “Alatriste” es una película que cumple los requisitos para ser catalogada como cine de género, con un gran despliegue de medios artísticos y económicos y que no encaja con la imagen de película española. Lo que nos han adelantado los trailers ya supone motivo para ir a verla, por espectacular, por diseño artístico, por su grandiosidad, pero me gustaría añadir otra razón para no perdérsela: el autor de la novela en que se ha basado el guión, Arturo Pérez-Reverte, ¡está encantado con la película! Bueno, bueno: no me dirás que eso sí que es raro, ¿eh? Así que nos encontramos ante un producto bien hecho y que satisface a todo el mundo. ¿Hemos dejado de ser españoles, así, de repente o es que “con dinero chifletes”?

En fin: otoño amable el que nos espera, delicado momento para el disfrute cinematográfico y cálida ocasión para mirar de frente a quien se atreve a darle la mano a los retos. Sea.

Juan Antonio Pérez-Bello

Aquella, mi pequeña Marilyn

(Publicado en Balcei, Julio de 2007)

Cayó hace algún tiempo en mis manos un ejemplar de BALCEI de Julio de 1998. En él se leía un artículo que llevaba por título “Y Marilyn tocó el oukelele” y la gracia del mismo, si el lector tuvo a bien conceder que la tenía, residía en una discutible selección de diez películas que al autor le apetecería ver en la magnífica y experimentada pantalla de la Sala Alcor 82. Escribía el escribidor que eran diez apuestas por el cine, en grande, en serio, en memoria, por lo imposible del desafío, pues en pocos templos del Séptimo Arte podría el espectador degustar la ácida ternura de “Tiempos Modernos”, la terrosa majestuosidad de “Lo que el viento se llevó”, la maniatada sensualidad de “Casablanca”, la extensa virilidad de “El hombre tranquilo”, la inacabable alegría de “Cantando bajo la lluvia”, el acerado misterio de “La noche del cazador”, la inocente insurrección de “Rebelde sin causa”, el melódico humor de “Con faldas y a lo loco”, el vidrioso discurso de “Viridiana” y la melancólica ilusión de “Bienvenido Mr Marshall”. Lo escribía y no dudo de su sinceridad o, al menos, de su deseo. Y ocho años después recojo la idea y la completo con otras diez propuestas. Lo dijo Wilde:” Puedo resistirlo todo menos la tentación”.

Daríamos una primera vuelta a la manivela para ver “Indiana Jones y la última Cruzada”, por su frescura, por los diálogos entre Connery y Ford y por el atrevimiento de sus escenas de acción. Diríamos que “El gran Dictador” sigue constituyendo la más firme de las voces contra la barbarie. Pondríamos en pantalla “La gran evasión”, por ser el más ancho de los cantos a la libertad. Descenderíamos al lado oscuro de la fuerza para pulsar el botón del arma que acabe con la Estrella de la Muerte en “La Guerra de las Galaxias”. Bordearíamos las aceras del amor primerizo para caminar “Descalzos por el parque”. Rasgaríamos nuestras guitarras de adolescentes para cantar en la azotea de nuestro recuerdo ‘Get back’ en “Let it be”. Suspiraríamos ante la inteligente belleza de Redford y Newman en “El golpe”. Ensancharíamos nuestros pechos al respirar el aire rojo de “Bailando con lobos”. Convertiríamos nuestro recelo en manos abiertas al ver a la Hepburn y Tracy en “Adivina quién viene esta noche” y le propondríamos a cualquier geniecillo de la cultura que se abrazase al gran Wells al contemplar la maestría de su “Ciudadano Kane”. Todo eso haría. Todo.

Juan Antonio Pérez-Bello

El constructor de golpes blancos

(Publicado en Balcei, Mayo de 2007)
Recibí un e-mail. Me pasa mucho últimamente. Abrir el buzón es como un breve ritual que acompaño con algunas gotas de expectación y un buen caudal de descreimiento, aunque ya sé que esta palabra debería utilizarla si hablamos de religión, que, bien mirado, tampoco está tan mal, pues hay algo de divino en esto del cine. O demasiado divismo entre los pazguatos, que también.Recibí un e-mail o, por lo menos, descubrí que lo había recibido la tarde del sábado, que recordarás fue una especie de mar ordenado en medio de la que debía ser la mayor de las tomentas. Sin embargo, esa tarde no me quisiste ver y debí decidir que la mejor medicina era abrir la carpeta de los mensajes esperados y, casi siempre, deseados. Fue lo que hice y allí pude leer el breve texto que mi amigo Pablo había inventado para que yo lo leyera y extrajera de aquellas líneas la tristeza que me produjo saber que nuestro buen D. Matías estaba enfermo y había sido ingresado en un hospital para averiguar qué le ocurría, además de guardar en sus bolsillos y en su memoria sus más de setenta años bien leídos, claro.Marqué el número de teléfono que venía en la guía y la voz que me respondió, sin que aún pueda saber por qué, consiguió transmitirme una calma que en ese instante necesitaba. Ni la conocía ni me explicó, pero fue como si una breve sonrisa que no podía ver me acompañase en mis temores y apagase mi preocupación.
- Le paso, no se retire.
- ¿Don Matías?
- Sí, soy yo, dígame.
- Don Matías, ¡qué alegría escucharle! ¿Cómo se encuentra?
- ¡Hombre, hombre! ¡Si no te había conocido! Muy bien, joven, muy bien. ¿Cómo has sabido que estaba hospedado en este...hotelito tan chic? Que yo sepa la prensa no ha publicado nada.Su risa me llegó calmada y suave, pero muy clara, y eso fue lo que me hizo pensar que había ocasión para la charla.
- Estas cosas se saben y además, tarde o temprano...Pero bueno, lo importante es que usted se encuentra bien y esto no va a ser nada de importancia.
- Desde luego. Debes estar tranquilo, que aquí todo está bien. ¿Y vosotros? ¿Qué tal estáis? Hacía tiempo que no teníamos ocasión de hablar. ¿Qué hay de nuevo por esas pantallas que el diablo carga? Seguro que seguís tan curiosos como siempre.
- Pues mucho y nada, ya sabe. A mí me gusta pensar que hay más de bueno que de malo, pero tengo un par de conocidos un poco cenizos que no hacen más que echar leña al fuego de la medicoridad y me tienen frito; que si no hay historias, que si fallan los guiones, que si esto es lo de siempre...
- Pues diles a esos amiguetes tuyos que de eso nada, se preparen, que hay mucho bueno que saborear y todo consiste en saber buscar. Por ejemplo, los trabajos de la Verdú.
- Pues eso es lo que yo digo, que siempre hay momento para encontrar noticias que nos animen. Yo también he sabido que este año Maribel Verdú nos tiene preparadas varias joyas, ¿a que sí?
- Para empezar, “El niño del barro”, una película de un joven director gallego que se llama Jorge Algora y en la que nos cuenta una historia que sitúa en Buenos Aires, en el año 1912.- Es una historia de asesinatos inexplicables, ¿verdad?
- E inexplicados, pero el protagonista es un niño que tiene sensaciones paranormales y eso le convierte en el principal sospechoso. Tiene buena pinta.
- Pero este año va a estrenar dos o tres películas más, si no me equivoco.
- Sí, otras tres películas.
- Este parece que va a ser su año.
- ¿Su año? Esta mujer se merece que reconozcamos que es una de nuestras mejores actrices europeas. Y ma parece que estas películas van a ayudar a que eso sea así. Fíjate: “Trece rosas”, dirigida por Emilio Martínez Lázaro y que está basada en una novela de Carlos Fonseca que nos cuenta la trágica historia de trece jóvenes militantes socialistas que fueron fusiladas poco después de finalizar la Guerra Civil. Otra película que protagoniza es “Oviedo Express”, de Gonzalo Suárez, con Jorge Sanz y Aitana Sánchez-Gijón y cuyo eje central es un fantasmagórico tren que llega en la noche a la ciudad y en el que viajan los actores que representarán la adaptación teatral de ‘La Regenta’, quienes serán los protagonistas de las pasiones y delirios que se desatan con su presencia.
- Y por último, “Siete mesas (de billar francés)”.
- Así es, de Gracia Querejeta. Fíjate que estamos hablando de grandes nombres de la dirección que han tendio en cuanta Maribel Verdú para sus trabajos. Tanta coincidencia no puede ser casualidad.
- No, desde luego.
- “Siete mesas...” ya fue presentada en un esperadísimo avance en el pasado Festival de Málaga y nos presenta a dos mujeres que unen sus vidas para levantar un viejo negocio de billares con el fin de encontrar un medio para vivir y, además, darle un sentido a sus vidas.
- Tengo entendido que la propia Verdú ha dicho de esta película que es una obra de arte.
- Sí, yo también lo he leído y conociendo a la directora la espero con verdadero interés.
- Y lo que viene de América no es moco de pavo.
- Sí, ya sé que tienes ganas de hablar de “Spider-man 3” y “Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo”.
- Es inevitable. Sí, y ya sabes que a mí también me gusta el cine de aventuras y disfruto como un niño, que, por cierto, conviene serlo de vez en cuando para mantenerse en forma.
- Las iremos a ver, ¿no?
- ¡Por supuesto! Seríamos necios si nos perdiéramos semejante derroche de acción, aventura, excesos y magia, pero de ellas vamos a oir hablar mucho, en muchos sitios, y me apetece más hablar de otras cosas. ¡Si creo que hasta en tu programa de radio estáis preparando algo especial!
- Bueno, Don Matías, no me ruborice. Sí, algo de eso a¡hay, pero ya le contaré, ¿le parece?
- Claro, hombre, claro. Y cambiando de tema, ¿qué te parece “La vida de los otros”?
- ¿Que qué me parece “La vida de los otros”? Pues que es una de las mejores películas europeas del año y que incluso a la Academia de Hollywood le ha parecido así, porque le han concedido el Oscar a la Mejor Película en Lengua No Inglesa.
- Estamos de acuerdo. A mí me parece uno de los films más bellos, emocionantes y fascinantes que he visto en los últimos tiempos. La historia de ese policía de la República Democrática de Alemania al que se le encarga vigilar a una pareja en plena época de sospechas y miserias y la manera en que va cambiando su visión de la vida es un ejercicio narrativo de gran altura cinematoghráfica.
- Pues le daré una buena noticia: es posible que la veamos en Alcorisa próximamente.
- Esa sería una excelente noticia, muchacho. Como lo sería que pudiéseis ver “La fuente de la vida”, de Daren Aronofsky.
- Aún no he podido verla, Don Matías, pero he leído tanto y tan bueno sobre ella.
- Y no me extraña, porque es una película tan sugestiva que no hay sino que ir a verla. Es una historia que nos lleva de calle de principio a fin y uno no puede por menos que acompañar a ese hombre en su lucha a través del tiempo para salvar a la mujer que ama. Desde la España del siglo XVI hasta el profundo espacio del futuro siglo XXVI no te quedará más remedio que abrazar al personaje en su búsqueda del árbol de la vida, la entidad legendaria que otorga la vida eterna a aquéllos que beben su savia, para intentar salvar la vida de su esposa enferma de cáncer.
- Son películas que atraen desde luego. Por cierto, que dentro de muy poco van a estrenas otra película de su admirado David Fincher.
- Sí, ya sé que te refieres a “Zodiac” y tienes razón cuando dices que admiro a Fincher. Debemos considerar que ha dirigido algunas de las películas más inteesantes de la última década. ¿Te atreves a recordarlas?
- Bueno, Don Matías, esto es una pequeña encerrona, ¿eh? Pero sí, me atrevo. Vamos a ver: “Alien 3”, “Seven”, “The game”, “El Club de la Lucha”, “La habitación del pánico”...
- ¡Muy bien!¡Prueba superada! Creo que no te has dejado ninguna, hijo, así que recuérdame que te felicite en persona la próxima vez que nos veamos.
- Gracias, Don Matías, pero no quiero cansarle más, que no se encontrará usted con ganas de...
- ¡De eso nada! Estás siendo mi mejor terapia, te lo aseguro. Estos médicos se han puesto un poco pesadicos, pero, y lo entiendo, es su trabajo, así que nada, nada, vamos a lo nuestro. ¿Dónde estábamos?...¡Ah, sí! Hablábamos de Fincher. Pues eso, te decía que es un tipo que explora como nadie el lado oscuro de nuestra sociedad y de las miserias humanas y en “Zodiac” lo logra una vez más, a través de un asesino en serie que aterroriza San Francisco y en cuyo caso trabajan policías de cuatro distritos aunque los verdaderos protagonistas son dos periodistas y dos inspectores que dedican su vida a seguir cada una de las pistas y cartas codificadas que deja el criminal.
- ¡Rayos! La cosa promete, ¡ya lo creo!. Y cambiando de argumento. ¿Qué le parecen las comedias que llegan a los cines? Por ejemplo, la última de Hugh Grant, “Tú la letra, yo la música”.
- Pues que es la comedia que le tocaba hacer este año y que se trata de una película solvente, bien hecha y con momentos de auténtico humor y que si te gustan este tipo de películas y el tipo te cae bien, debes ir a verla.
- No le veo muy entusiasmado, Don Matías.
- ¡Oh, sí, no te creas! Si yo tambiñén disfruto con este tipo de pelñiculas, pero comprenderás que después de hablar de David Finchier necesito un poco de tiempo para recuperarme, je, je. Además, hay que decir que el argumento tiene su guasa, porque cuenta la historia de una vieja gloria del pop de los 80 venida a menos que formó dúo con otro colega que sí ha conseguido triunfar. Me suena mucho a lo que le ocurrió al grupo de este chico que se llama...
- Georges Michael, y su grupo se llamaba Wham!
- Eso mismo, que ahora nadie se acuerda del otro miembro del dúo, ¿verdad? Pues algo parecido. Además, a gente de tu generación les va a hacer mucha gracia verse reflejados. ¡Ay, esa estética de los cohenta!
- Bien, Don Matías, no siga por ahí que va a desvelar usted secretos bien guardados y no es cuestión.
- No, si yo sólo digo que prestes atención a la escena con que se inicia la película, que te vas a reir un rato...de ti y tus viejos tiempos.
- ¿Y Willis? ¿Qué tal le cae Bruce Willis?
- ¿Willis? Muy bien. Me parece un actor más valioso de lo que la gente cree. Ha sido capaz de hacer cine comercial puro y duro y películas con cierto sello de calidad. Por eso lo valoro mucho. Me parece un currante del cine, en el mejor sentido de la palabra. Y me vas a preguntar por “Seduciendo a un extraño”, ¿verdad?
- Verdad.
- Pues va a tener su punto, que dice mi nieto Alex. Yo creo que es una de esas películas correctas que permiten oasar un rato muy entretenido y ya está. La historia de una mujer que entra en un chat de contactos sexuales para averiguar quién ha asesinado a su amiga es un tema más actual y real de lo que te parece. Me refiero a la primera parte del enunciado, claro está.
- Don Matías, va a conseguir que me ruborice. ¡No me diga que también conoce usted el mundo de los chats!- ¿Hace falta que te responda?
- ¡Ja, ja, vale: touché! Corramos un velo, okey.
- Okey. En fin, hijo, que como ves les puedes decir a tus amigos que en el mundo del cine todavía hay mucha tela que cortar. Y nos dejamos muchas cosas en el tintero, que conste.
- Sí, Don Matías, ya lo sé, pero me parece que ahora sí es momento de dejarlo. Me habría gustado hablar de “Sunshine”, por ejemplo...
- Es una interesante muestra de cine de ciencia ficción.
- O de “nº 23”...
- Hum! Un tanto pretenciosa la he encontrado.
- O de “Cerdos salvajes”...
- Te diré que me sorprendió gratamente. Además, adoro a John Travolta y muestro mi veneración por uno de los actores más efectivos que tiene el cine americano: William Macey.
- O sea, que aún tendríamos para un buen rato.
- Sí, pero si te parece te puedo proponer una pequeña colaboración en tu programa, ¿cómo se llamaba?...¡Ah, sí! ¡Tiempos Modernos!
- No, Don Matías, ya no. Ahora se llama “Los Puentes de Madison!”.
- ¡Caramba! No ha estado mal el cambio. De Chaplin a Eastwood.
- O del futuro al recuerdo.
- Pues también. En cualquier caso, sigue en pie mi propuesta. ¿De acuerdo?
- En pie. Como los 300.

Juan Antonio Pérez-Bello